Cómo conservar tu caravana en otoño e invierno | Consejos prácticos
El otoño y el invierno son temporadas en las que muchos caravanistas guardan su vehículo para evitar el desgaste por las bajas temperaturas y las lluvias. Sin embargo, una caravana parada durante meses necesita cuidados específicos para mantenerse en perfecto estado y lista para la próxima aventura. Aquí te contamos cómo conservar tu caravana durante el frío.
1. Limpieza a fondo antes de guardarla
Antes de estacionar tu caravana, realiza una limpieza completa por dentro y por fuera.
- Exterior: lava la carrocería, ruedas y ventanas. Aplica cera para proteger la pintura de la humedad y los rayos UV, aunque sean menores en invierno.
- Interior: retira restos de comida, basura y ropa húmeda. Limpia los muebles y superficies para evitar la aparición de moho y malos olores.
2. Protección contra la humedad y el moho
El frío y la humedad son los principales enemigos de una caravana estacionada. Para prevenir problemas:
- Ventila el interior unos minutos al día si es posible, o usa deshumidificadores específicos para caravanas.
- Coloca absorbentes de humedad en armarios y zonas cerradas.
- Deja los muebles ligeramente abiertos para que circule el aire.
3. Revisar instalaciones y sistema eléctrico
Antes de guardar tu caravana:
- Vacía completamente los depósitos de agua y asegúrate de que no queden restos que puedan congelarse y dañar las tuberías.
- Desconecta la batería y guárdala en un lugar seco, cargándola cada cierto tiempo para mantener su vida útil.
- Comprueba que el gas esté cerrado y los aparatos apagados.
4. Cuidado de ruedas y suspensión
Si la caravana va a estar estacionada varios meses:
- Infla las ruedas a la presión recomendada para evitar deformaciones.
- Considera colocar la caravana sobre calzos o soportes para descargar el peso de la suspensión y los neumáticos.
5. Cobertura y ubicación
- Si es posible, aparca la caravana en un lugar cubierto o utiliza una funda transpirable específica para caravanas.
- Evita colocarla sobre tierra o césped húmedo; lo ideal es asfalto, hormigón o gravilla.
6. Revisiones periódicas
Aunque no uses la caravana, es recomendable revisarla de vez en cuando:
- Inspecciona el estado de la funda, el interior y las ruedas.
- Abre armarios y ventila para evitar la acumulación de humedad.
Con estos cuidados, tu caravana estará protegida durante los meses fríos y lista para disfrutar de la primavera sin sorpresas desagradables. Un mantenimiento preventivo ahora puede ahorrarte reparaciones costosas y mantener tu inversión en perfecto estado.